Entiende que eres capaz de sanarte a ti mismo, y que a su vez, puedes ayudar a los demás.
El Dharma, nos habla de aspectos tan interesantes como la necesidad de tener un propósito en la vida, de actuar honestidad, con humildad. De reconocer talentos propios como forma de reconocimiento interior.
Para acabar con tu sufrimiento o insatisfacción, debes ser consciente de tu propio talento para hacer el bien, ser conscientes de nosotros mismos y de encontrar un propósito en esta vida, un “noble propósito”, algo que te enriquezca a ti y a los demás.
Recuerda siempre que no debes fijar tus necesidades en la ciega obsesión por “poseer” personas o cosas". Siempre es más adecuado practicar el desapego, o de lo contrario, volverás a sentir los efectos del sufrimiento en cualquiera de sus formas.
El Dharma nos explica que para llegar a este acto de curación interior, debemos aplicar a nuestro día a día estos interesantes principios:
1. Una comprensión correcta de las cosas y de tu propio ser interior.
2. Un pensamiento correcto que nos ayude a ver la realidad, sin artificios.
3. Utilizar las palabras correctas. Aquellas que no hacn daño, aquellas que ofrecen paz, equilibrio y amor.
4. Enfocar tu vida en esa acción o propósito que es realmente adecuado: hacer el bien, ser honesto, buscar la verdad de las cosas.
5. Ocupación correcta. Una vez entiendas cuál es tu propósito en la vida, ponlo en práctica.
6. Esfuérzate en hacer el bien, sé persistente.
7. Centrar tu atención.
8. Concéntrate en ese noble propósito. Nunca decaigas.
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