Todos necesitamos un santuario o "rincón de paz" en el que podamos refugiarnos para disfrutar del silencio y tranquilidad. Ese lugar especial hará para ti las veces de un oasis en este mundo lleno de tensiones. Será un lugar donde puedas refugiarte de las abrumadoras actividades cotidianas que consumen tu tiempo, energía y atención. Tu santuario no tiene porque ser lujoso. Una mesa y un jarrón de flores frescas pueden servir. Incluso un banco de madera en tu parque favorito puede servirte como rincón de paz.
Cuando sientas necesidad de estar solo, visita este santuario y realiza algunas actividades de crecimiento interior que con tanta facilidad descuidamos en el curso de un día ajetreado. Escribe en tu registro diario o escucha alguna pieza de música clásica para relajarte. Cierra los ojos y visualiza tu jornada ideal. Sumérgete en la lectura de algún libro de sabiduría. O simplemente no hagas nada durante media hora y deja que el poder renovador de la soledad, haga su trabajo.
Reservarse un poco de tiempo para uno no es un acto egoísta. Volver a llenar tus reservas interiores te permite dar más y estar más por las otras personas. sacar tiempo para cuidar tu mente y tu espíritu mantendrá tu equilibrio, entusiasmo y jovialidad. Y como en cierta ocasión dijo L.F. Phelan: "La juventud no es un momento en la vida, sino un estado del ánimo. Las personas envejecen solo cuando abandonan sus ideales y, con la edad pierden la conciencia de la juventud. Los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma. eres tan viejo como tus dudas, tus temores, tu desesperación. La manera de mantenerse joven es manteniendo tu fe joven. Mantén joven tu confianza. Mantén joven tu esperanza"
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