Joel Osteen cuenta en su libro “Su mejor vida ahora” de una época en su país donde la industria pesquera estaba floreciendo y por alguna razón a todo el mundo le comenzó a gustar un pez bacalao y llegó a ser un plato muy apetecido por todos.
Entonces comenzaron a distribuirlo por toda la nación pero descubrieron que cuando a este pez lo mandaban congelado encontraron que en el momento que llegaba a su zona de destino ya no tenía el mismo sabor. ¿Por qué? Porque el proceso de congelamiento le estaba quitando el sabor.
Entonces comenzaron a pensar ¿Qué hacemos para que no se pierda ese delicioso sabor? Y se les ocurrió conseguir unos tanques gigantes y los llenaron con agua de mar y metieron ahí el bacalao y lo transportaron así. Pero cuando llegó a su lugar de destino estaba peor. Porque no solo había perdido su sabor sino que estaba todo flácido.
Entonces, a alguien se le ocurrió una idea y fue meter en esos tanques a un pez bagre. Muchos pensarían: “que idea tan ridícula” porque el bagre es el enemigo natural de los bacalaos (es como meterlo a usted en una habitación con su peor enemigo).
Entonces pensaron: se lo va a comer; pero descubrieron, que cuando llegaron estos peces a su lugar de destino estaban vivos; pero no solo vivos, sino que cuando los mataron estaban deliciosos ¿Por qué? Porque como el bagre era una amenaza en esos tanques para esos bacalaos ellos al estar alertas y cuidando su vida se mantuvieron frescos.
Lo cual muestra que el peor enemigo del bacalao se convirtió en su mayor bendición. Y lo mismo sucede en nuestras vidas, Dios pone alrededor de nuestra vida gente tipo bagre, pero también permite situaciones en nuestra vida que son como el bagre: son una amenaza, nos quieren matar, nos están persiguiendo, nos quieren hacer daño, pero Dios tiene un propósito con ese bagre.
Y el propósito de Dios es mantenernos frescos, saludables. El propósito de Dios es llevarnos a un nuevo nivel, el propósito de Dios es desafiarnos. Así que todos nosotros nos encontramos en esos tanques y todos tenemos una Y: o cedemos al ataque del bagre y dejamos que nos coma que nos mate, o más bien nos manteneos alertas, cuidando nuestra vida.
¿Qué bagres hay en tú vida? Esta tú pareja, tú jefe, tus compañeros de oficina; un bagre puede ser una enfermedad, puede ser un problema financiero, una deuda, pueden ser personas que le hacen la vida difícil. Y ahí está la decisión: o pueden ser tú peor tormento o pesadilla o pueden ser su mayor bendición tú eres el que elige.
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