"Un problema bien planteado es un problema medio resuelto", dijo Charles Kattering. Sucede algo muy especial cuando uno toma una hoja de papel y hace una lista de todos y cada uno de sus problemas. Es algo parecido al sentimiento de alivio que se siente después de contarle a un amigo algo que llevaba semanas preocupándote. De algún modo, te quitas un peso de encima y te sientes más ligero, sereno y libre.
He descubierto que, aunque nuestra mente puede ser nuestra mejor amiga, también puede ser nuestra peor enemiga. Si no dejamos de pensar en nuestros problemas, muy pronto descubriremos que no nos queda tiempo ni energía para pensar en nada más. La mente es una extraña criatura, olvida las cosas que queremos recordar, pero las que querríamos olvidar, las recuerda perfectamente. Algunas personas en consulta comentan que se molestan por lo que alguien les hizo hace quince años o todavía enfados por lo que una persona grosera les contestó el mes pasado.
Para derribar la barrera mental que tus problemas tienden a generar, toma una hoja de papel y haz una lista de todas tus preocupaciones. Si lo haces, dejarán de consumir tu pensamiento y tu valiosa energía. Este sencillo ejercicio también te permitirá enfocar los problemas con más perspectiva y abordarlos en una secuencia ordenada y eficaz. Entre las numerosas personalidades de éxito que han utilizado esta técnica, se encuentran el maestro de las artes marciales bruce Lee y el estadista Winston Churchill, quien en cierta ocasión dijo: "Me es de gran ayuda anotar cierta docena de cosas que me preocupan. Digamos que dos desaparecen; sobre las otras dos no se puede hacer nada, de manera que no vale la pena preocuparse y tal vez las dos restantes puedan arreglarse".
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