El equilibrio es nuestra capacidad de ser flexibles frente al cambio constante. No se trata de luchar para imponer un estado de orden en nuestras vidas ni organizarnos “de una vez y para siempre”, ya que eso implica la búsqueda de un estado estático que realmente puede llevarte a la angustia o a la enfermedad.
Trabajar arduamente para lograr el equilibrio es contraproducente porque todos poseemos un impulso natural para crecer que de manera automática nos mantiene en equilibrio. Sin embargo, podemos entorpecer o bloquear ese impulso al hacer elecciones que generan mucha resistencia o estrés en nuestras vidas. Si vivimos sin armonía durante algún tiempo, es probable que desarrollemos varias enfermedades o desórdenes.
La Ayurveda (medicina tradicional de la India) nos enseña que el camino hacia la salud perfecta es aprender a mantener el equilibrio, en la mente y en el espíritu, así como en el cuerpo. En nuestro mundo acelerado, es fácil estar en desequilibrio si no prestamos atención a lo que estamos sintiendo, y a lo que necesitamos. Por suerte, existen muchas herramientas maravillosas para desarrollar equilibrio, como la meditación, el ejercicio físico, una dieta nutritiva, y una rutina de sueño reparador.
A nivel del espíritu, todo se está desarrollando a la perfección. No tienes que luchar ni forzar las situaciones para que te sean favorables. Cuando te quedes quieto y escuches la voz de tu inteligencia emocional, se disiparán los miedos y las seguridades y fluirás con gracia.
“El equilibrio es el perfecto estado del agua en calma. Deja que sea tu modelo. Permanece en calma en tu interior y la superficie permanecerá imperturbable”. Confucio
Tómate cinco minutos este día para considerar si estás en desequilibrio y cómo puedes restablecer tu equilibrio natural.
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