Aquellos que buscan seguridad en el mundo exterior, la buscarán toda la vida. Al dejar ir tu apego a la ilusión de seguridad, que es más bien un apego a lo conocido, entrarás en el campo de todas las posibilidades. Ahí es donde encontrarás la verdadera felicidad, abundancia, y plenitud.
“La seguridad es principalmente una superstición. No existe en la naturaleza, ni los hijos de los hombres en su conjunto la experimentan. Evitar el peligro no es más seguro a largo plazo que la exposición directa. La vida es una aventura atrevida, o nada”. Helen Keller
La Incertidumbre...
Cuando nos embarcamos en un viaje, nuestra mente de manera natural quiere saber todos los detalles con anterioridad. ¿A dónde vamos a ir exactamente y cuánto tiempo nos tomará? ¿Estaremos seguros y cómodos y nos divertiremos? Cuando comenzamos un viaje espiritual, la necesidad que tiene la mente de certidumbre sólo se intensifica.
La incertidumbre de la vida puede hacernos sentir angustia o incluso parecer amenazante por momentos, pero también es la fuente de nuestra más grande alegría. Cuando abandonamos la necesidad de saber cómo saldrán las cosas, podemos experimentar la espontaneidad y los placeres no anticipados del momento presente. En realidad, no hay camino seguro. No podemos comprar seguros de viajero para nuestro viaje por la vida, y no podemos saber con certeza cuál es nuestro destino.
Al abrirnos a la incertidumbre, incluso si es poco a poco, nos deshacemos de nuestras limitaciones autoimpuestas y permitimos que nuestra vida y nuestro viaje espiritual se desarrollen de formas más maravillosas y gratificantes de lo que alguna vez pudimos imaginar.
Hoy libérate de la necesidad de saber, aunque sólo sea por unos momentos. Adéntrate en la incertidumbre poco a poco, sabiendo que el universo siempre te respaldará.
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